Lucero (She/Her) siente pasión por poner fin al abuso y la explotación de los niños y acabar con la criminalización de los mismos como adultos por la forma en que sobreviven a las presiones y realidades a las que se enfrentan. A los 17 años, Lucero fue acusada como adulta y puesta en libertad a los 22 años.
Como madre joven, cree que las mujeres jóvenes y las niñas deben liderar el cambio que necesitan en sus vidas, familias y comunidades. Para Lucero, es importante cambiar la narrativa sobre nuestras vidas contando nuestras propias historias como niñas y como personas sensibles al género. Cree que las jóvenes con las que trabaja YWFC deben tener poder sobre sus propias vidas. El papel de un entrenador de autodeterminación es ayudar a los jóvenes a definir lo que significa para ellos la autosuficiencia. Lucero se encuentra con las mujeres en el punto en el que están y trabaja con ellas a lo largo del tiempo para profundizar en su comprensión de sí mismas y de lo que la justicia significa para ellas. Lucero ha estado con YWFC desde 2015.