El martes 4 de junio de 2019, la Junta de Supervisores de San Francisco votó a favor de la legislación para cerrar el centro de menores local para diciembre de 2021.
La ordenanza, de la que fueron autores los concejales de SF en colaboración con el Young Women's Freedom Center (YWFC), convirtió a SF en la primera gran jurisdicción urbana que optó por abolir el encarcelamiento de menores.
El único centro de reclusión para jóvenes con 150 camas de la ciudad está ya tan cerca de estar vacío -el 15 de agosto de 2020 había 13 personas en su interior- que la cantidad que gastan los contribuyentes por año, por niño encarcelado, se acerca a los 2 millones de dólares, en un presupuesto de 23,5 millones de dólares para el centro de menores, según el San Francisco Chronicle. A menudo hay más cocineros y trabajadores de la alimentación que niños en el centro, que cuenta con 90 empleados.