Angelique nació y creció en Oakland, California. Durante una infancia traumática y de adicción, Angelique comenzó a entrar y salir de los centros de detención juvenil y, finalmente, de la cárcel. A través de su encarcelamiento, fue testigo de primera mano del abuso y el trauma que se inflige a las personas afectadas por el sistema por parte de los diputados y los funcionarios de prisiones. Y descubrió que podía ayudar a otros compartiendo su historia, y se involucró en el activismo y la organización.
Tras su liberación en 2018, Angelique se comprometió a ser parte del cambio y comenzó a trabajar en la política. Desempeñó un papel fundamental en el apoyo a las multas y tarifas de la ley SB144, utilizando su historia personal para concienciar y cambiar la política. Se dedicó a poner fin a las consecuencias colaterales a las que se enfrentan las personas debido a una condena actual y pasada a través de la política. También desempeñó un papel importante en la aprobación de la Proposición 17, que restauró el derecho al voto de las personas actualmente en libertad condicional. La defensa y la organización son sus pasiones porque entiende de primera mano la importancia de la política. Se inspira en su propia experiencia y en la de muchos otros para elevar y defender los derechos de nuestra gente.