Publicado por The Imprint
Tras pasar su adolescencia entrando y saliendo del centro de detención de menores del condado de Santa Clara (California), Arabella Guevara estaba acostumbrada a vivir hacinada. Colchones en el suelo, chicas en literas triples en celdas pensadas para dos... Guevara pensaba que lo había visto todo.
Pero nada de esto la preparó para su última estancia en el rancho William F. James, un centro mixto de 96 camas situado en la zona rural de Morgan Hill, al sur de San José. A medida que otras jóvenes terminaban sus períodos y regresaban a casa, no llegaba nadie para reemplazarlas. En junio de 2020, Guevara, que había sido detenida por robo de coche y allanamiento de morada, se encontró sola con un puñado de agentes de libertad condicional.
"Fue deprimente", dice Guevara, que ahora tiene 19 años. "Ya estás encerrado. Ya estás lejos de tu familia y amigos. Y ahora estás solo".